Cavaillon es famoso por sus melones, especialmente por el Charentais, una variedad muy fragante y dulce. La región es tan protectora de esta delicia que en la década de 1980 estableció una hermandad llamada Los Caballeros de la Orden del Melón, que controla la calidad de los melones. Dado que casi todos los melones producidos en Cavaillon se consumen localmente, la mejor manera de probarlos es visitar la Feria anual del Melón.

Eventos y Actividades

Además de las degustaciones, puedes visitar el mercado del melón, el mercado artesanal, presenciar el abrivado, una procesión de toros por las calles de la ciudad, la procesión de carros tradicionales provenzales tirados por caballos, o bailes folclóricos. Muchos restaurantes ofrecen un menú especial de melón o incluso clases de cocina como la que se ofrece en Le Prévôt, donde Jean-Jacques Prévôt, un destacado chef de Cavaillon, te enseñará a cocinar buñuelos de melón o hamburguesas con melón y foie gras.

Feria del Melón y la Historia de la Temporada del Melón

Se cree que el melón de Cavaillon llegó a esta región de Francia gracias a los papas que vinieron a vivir a Aviñón. En el siglo XVIII, el melón con cuernos era considerado el alimento de la nobleza, que podía permitirse esta rara delicadeza. El melón podía verse en las mesas de las personas adineradas, y también era a menudo un regalo para otros nobles.

En el siglo XIX, los melones se volvieron más accesibles y populares debido a la llegada del ferrocarril. Los melones, cultivados en el sur de Francia, ahora podían ser transportados por todo el país. A partir de mediados del siglo XIX, comenzó la época dorada del melón de Cavaillon. Desde entonces, el melón se ha convertido en uno de los símbolos de la ciudad de Cavaillon. El escritor Alexandre Dumas incluso le dio a la ciudad una copia de cada uno de sus libros a cambio de un suministro de por vida de 12 melones al año.